Podría ser una más, pero es una pintora muy especial y todo un ejemplo de vitalidad y superación. La morellana Nati Vives tiene 66 años y en 2006 sufrió un accidente de tráfico que la dejó tetrapléjica sin poder andar, sin movilidad de cintura para abajo y con limitaciones en el resto del cuerpo. Desde entonces, va acompañada de una silla de ruedas. Después de unos primeros meses muy duros, tomó una decisión de volcarse en alguna afición y eligió la pintura. Su primer cuadro le costó, pero actualmente es una pintora con mucha soltura, a pesar de que tiene dificultades para coger los instrumentos de pintura, aprendiendo a coger el pincel con una mano y a guiarlo con la otra. Cuando lo consiguió, fue “un gran momento” y ya cuenta con una colección de unas treinta obras de todo tipos, desde acrílico, a aceite o acuarela. Sus cuadros son de autores conocidos, como el Gernika de Picasso, pero sobre todo paisajes de Morella y la zona.

Es una persona emprendedora, activa y trabajadora “una maestra de la paciencia y de la vida” como indica un de sus hijos, Jordi Balaguer. Ha sido autodidacta, sin seguir clases, ni haber pintado previamente. Su aprendizaje ha estado a base de pintar y mediante vídeos que encuentra por Internet. Cada uno de sus cuadros le cuesta una media de 200-250 horas “depende de la obra y de la dificultad, alguno me ha costado menos, pero no cuento el tiempo, es una dedicación apasionada, un momento en el cual no tengo otros problemas más que la propia pintura, la combinación, el dibujo, las formas, las ideas y, al final, la satisfacción”. En lo referente a su trayectoria iniciada hace siete años, Jordi piensa que “la vida le ha puesto duras pruebas y la pintura y la pintora son una metáfora de la vida. No es el arte, ni el artista, sino los dos, aplicando su potencial para vivir en dignidad”.

El suyo otro hijo, Javier, destaca que “la buena cara no la pierde nunca, con una actitud valerosa, talento emocional y mucha fuerza”. Nati ha sabido transformar la resignación en aceptación, buscar la oportunidad en la crisis y a los problemas llamarlos retos “mis calidades son ordinarias, por lo cual intento buscar dedicación, esfuerzo y constancia, por la mía es una terapia, un rincón de fiesta y un espacio de reflexión”. Muchas personas le explican sus problemas “que si un dolor de cabeza, mal de espaldas, una discusión de familia… no puedo dejar de pensar que suerte que tienen, solamente esto. Pueden ir andando por donde quieren, a la playa, a cenar a un restaurante, con fuerzas, proyectos… que gran virtud es la de valorar el que uno tiene y compararse con personas que están peor”.

A partir de este sábado, Morella podrá disfrutar de su talento en la exposición “Los cuadros de Nati te hablan. Si quieres tú también puedes” instalada en la Casa de la Cultura, así como de una charla de Jordi Balaguer a partir de las 19 horas. La propia Nati invita a los que quieran a disfrutar de su muestra “lo hago con la máxima humildad”. Unos cuadros que se convierten en un canto a la vida y en una serie de reflexiones en estos momentos difíciles “quiero alimentar la posibilidad de poner a las personas ante y la economía detrás, por ejemplo la la ley de la dependencia, minimizada y casi eliminada, por lo cual ruego por la justicia social”.