Las XII Jornadas de la Trufa de Morella han vuelto a despertar el interés de centenares de vecinos y visitantes este fin de semana. La localidad ha vivido unos buenos días a nivel turístico, gracias al reclamo de la gastronomía o a la celebración de San Valentín. Visitar Morella estos días es sumergirse también en la magia de la trufa, ya que se siguen celebrando estas jornadas que cuentan con un amplio programa de actividades que permiten, a los vecinos y vecinas y visitantes, conocer los secretos de este producto y degustarlo.

La concejala de turismo, María Rallo, afirma que “la trufa es un gran reclamo, porque los restaurantes de Morella han elaborado unos menús espectaculares, protagonizados por el diamante negro de la cocina desde los entrantes hasta los postres y, por ello, es una grandísima oportunidad venir en época de trufa a Morella”. La regidora explica que “además de los menús en once restaurantes, hemos elaborado un completo programa de actividades, con showcookings y muestras y degustaciones de productos que se están convirtiendo en un elemento diferenciador respecto a muchas otras jornadas gastronómicas, permitiendo a los vecinos y visitantes conocer mejor la gastronomía de esta zona y muchos secretos de los productos, potenciando y alargando la oferta del fin de semana”. Los restaurantes Lola y El Faixero han sido los protagonistas del showcooking de este fin de semana y, además de mostrar los secretos de la trufa, realizaron cuatro de los platos con los que cuenta su menú. Una gran oportunidad de conocer los secretos de la trufa y de degustarla, que contó con la asistencia de más de cien personas. Además, de nuevo, dos bodegas de la comarca de la Terra Alta, Agrícola Sant Josep y Batea, realizaron un perfecto maridaje.

Cabe señalar que la trufa es uno de los ingredientes de más prestigio en la cocina. En las jornadas gastronómicas de Morella, que se celebran hasta el 15 de marzo, se pueden degustar los menús protagonizados por el “diamante negro” de la cocina en once restaurantes. El precio de éstos es de unos 30 euros, lo que es asequible si se tiene en cuenta que un quilo de trufa vale unos 600 euros.