Morella vive hoy una nueva edición de una de las celebraciones más tradicionales de la localidad, el Corpus Christi. Este año alcanza la 655 edición, lo que le convierte en uno de los más antiguos de la Comunidad Valenciana, siendo sólo tres años posterior al de Valencia. El acto central de esta festividad es la Procesión General, en la que desfilan más de 150 elementos bíblicos, que dotan a la procesión de una gran singularidad y simbolismo. En total, más de 300 personas intervienen en este acto, además de los centenares de vecinos que contemplan la procesión.

La celebración del Corpus Christi data de 1358 en Morella y, comenzó como un motivo de exaltación al Santísimo y como una forma didáctica de reconocer a los personajes bíblicos. Morella adoptó la forma de celebración y los elementos típicos del Corpus que se celebraba en Valencia y la inmensa mayoría de los que desfilan hoy en día, provienen de aquella época. Entre ellos, encontramos las distintas peanas, entre las que destacan la de los patrones de la ciudad, Sant Julià y Sant Vicent Ferrer.

Los personajes bíblicos constituyen uno de los elementos más característicos de la Procesión General. Esta parte del desfile procesional es una dramatización del Antiguo y Nuevo Testamento. Entre estos elementos se puede encontrar a Jacob y sus doce hijos, los doce apóstoles, Moisés, Aarón, Melquisedech, el Ángel San Rafael, el Arca de la Alianza, o los veinticuatro ancianos de la Apocalipsis, entre muchos otros. En la procesión también participan los elementos civiles de la ciudad, como los gigantes, el Áliga o los maceros. Cierran el desfile, el Reverendo Clero y el Santísimo Sacramento bajo palio, las autoridades y corporación municipal y la Asociación Musical Mestre Candel.

La celebración del Corpus comenzó ayer con la Solemne Vigilia. En ella, el principal acto es la Degolla. En sus inicios, esta actividad tenía como principal misión anunciar la fiesta del día siguiente e invitar a la participación a la procesión general. Igual que el pasacalle de los gigantes, que desfila cuando finaliza el acto. La Degolla representa el misterio del Rey Herodes, con la visita de los Reyes Magos, la huida a Egipto y la degollación de los Santos Inocentes. Acto seguido, se celebró un pasacalles con los gigantes y los cabezudos.