Para Valli Querol, hija de unos humildes masoveros de Morella, la Guerra Civil no terminó en 1939, sino que se prolongó en una batalla clandestina y en un largo exilio. Durante esos años de lucha, secretos y sacrificios inconcebibles, Valli nunca perdió la esperanza de recuperar aquella sociedad igualitaria con la que soñó mientras estuvo becada en la Residencia de Señoritas de Madrid. Tras la llegada de la democracia, Valli regresó a Morella y volvió a ejercer de maestra, pero la sociedad que se encontró distaba mucho del espíritu republicano por el que tanto había luchado y las viejas rencillas entre familias seguían sin olvidarse. Décadas más tarde, en el momento culminante de la burbuja inmobiliaria, el nuevo alcalde de Morella planea la venta de la antigua escuela por una cantidad astronómica de dinero, para lo cual contempla varias ofertas que la convertirían en un casino, en pisos o en un centro satélite del elitista colegio de Eton, gracias al interés personal por Morella de uno de sus profesores. Con lo que no contará el alcalde es con la oposición y el tesón de la octogenaria maestra republicana, que hará todo lo posible por evitar que su escuela se convierta en moneda de cambio entre políticos corruptos.

Esa es la historia que recoge la periodista y escritora Elena Moya, con raíces morellanas, en su segunda novela, que intentará repetir el éxito de “Los olivos de Belchite” con “La Maestra Republicana”. Moya, que colaboró con Els Ports Radio en sus inicios como periodista, vive en Londres, donde ha trabajado en el periódico The Guardian y dónde, actualmente, escribe informes financieros para gestoras de fondos de inversión.

“Durante la investigación y lecturas que realicé para “Los olivos de Belchite” me quedé fascinada con la historia de los maestros de la República, en su gran mayoría perseguidos, o fusilados, por intentar transmitir valores democráticos y de libertad. El personaje secundario de Soledad, pues, evolucionó hasta dar lugar a Vallivana Querol, protagonista de “La Maestra Republicana”, apunta Elena Moya

“La preparación del libro me condujo hacia personas entrañables, como las que conocí en la Residencia de ancianos de Morella, o a lugares apenas conocidos, como La Residencia de Señoritas de Madrid, la versión femenina de la Residencia de Estudiantes. Allí leí de puño y letra cartas o informes de su directora, María de Maeztu, que destellaban coraje, talento y un modus vivendi plagado de ánimo y libertad – que desgraciadamente perdimos. La preparación también me llevó a Eton college, cerca de Londres, para muchos el mejor colegio del mundo – pero a un precio, y cerrado a niñas. El conflicto entre estos dos mundos es una de las tramas principales de la novela”, explica la escritora.

La maestra republicana es el vibrante relato de una mujer que lucha por conservar la dignidad de su propio pasado y que nos adentra en el impenetrable mundo de Eton College y en la casi desconocida Residencia de Señoritas, la versión femenina de la Residencia de Estudiantes. Su historia y la de los personajes con los que se relaciona también es una metáfora de nuestro tiempo, de la corrupción política y la desesperanza social en la que vivimos, y de cómo un espíritu luchador puede ponerlos en jaque a la vez que recupera unos valores de honestidad y justicia casi olvidados.