A partir del próximo 6 de julio Vilafranca rendirá homenaje a Benjamín Tena y Tena, un intelectual nacido a mediados del siglo XIX, creador e inventor de un singular globo terráqueo que él mismo patentó. En diciembre de 2012 salía a la luz una investigación del profesor británico Sebastian Falk sobre un curioso globo terráqueo expuesto en el museo Whipple de Cambridge. Una inscripción en la parte exterior del globo habla de su origen castellonense: “Benjamín Tena, globos y planetarios con patente. Villafranca del Cid. Castellón”.

A raíz de la investigación del profesor Falk, Vilafranca rendirá homenaje a Benjamín Tena con dos actos: una exposición sobre su obra y la cartografía de finales del siglo XIX y una conferencia a cargo de Sebastian Falk (licenciado en historia y español por la Universidad de Oxford) y autor del trabajo “Algo en el Mundo, explorando un globo terráqueo español”. La conferencia tendrá lugar el sábado día 6 de julio a las 18.30h en la Casa Social de Vilafranca. El mismo día se inaugurará en las salas góticas del Ayuntamiento la muestra retrospectiva que realiza un recorrido por la vida del inventor e intelectual.

Esta exposición quiere dar a conocer la vida y obra de Benjamín Tena, creador de un increíble globo terráqueo con patente en un pueblo de la montaña de Castellón. Pero también, según ha descrito el alcalde de la localidad, Óscar Tena, servirá para exponer “lo que hemos averiguado de quien lo creó, una persona emprendedora y con una enorme curiosidad intelectual. Un liberal preocupado por las enormes desigualdades de aquella época y por el progreso de su pueblo. Un ilustre villafranquino injustamente olvidado y que, a pesar de su corta vida, nos legó un objeto fabuloso, muestra de su talento”.

El protagonista de esta exposición, conocido en su tiempo como “Benjamín de Llucena”, nació en Villafranca el 4 de abril de 1856. Su prematura muerte en 1902, a los 46 años de edad, y el paso del tiempo, casi borraron por completo su legado intelectual.

. El mundo en 25 centímetros

El globo terráqueo que ha sido “redescubierto”, de unos 25 centímetros de diámetro, se conserva en el Museo Whipple de Historia de la Ciencia, situado en la Universidad de Cambridge.

Su objetivo era claro: explicar el mundo a los niños. Pero no sólo eso. El globo se podría abrir y, quitando la parte de la bola correspondiente al hemisferio norte aparecía un mecanismo en el que se podía observar un planetario que permitía estudiar el movimiento solar. Además, sobre unos discos se puede conocer información sobre los meses del año, signos del zodiaco, estaciones y toda clase de conocimientos científicos de la época. La creación de Benjamín Tena es una Enciglobedia.