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Cada primer sábado de mayo, Morella peregrina 24 km hasta Vallivana

Salve Reina de Morella, de Vallivana señora, nuestra adorada patrona… cantan los morellanos en la Arciprestal Basílica Santa María la Mayor, a la vuelta de su anual visita a la Virgen. Cada primer sábado de mayo, los morellanos tienen una cita siempre esperada. Son casi 24 km los que les separan de la ermita donde descansa la imagen de Vallivana hasta el año sexenal. Por el día de la madre, la visita es obligada.

El origen de la peregrinación se remonta a 1478, pero en ese momento los morellanos según acuerdo de los jurados de la Vila, tenían tres destinos en su romería. El primer año del trienio, Vallivana, el segundo, la Balma en Sorita, y el tercero la Virgen de la Fuente en Castellfort. Fue en 1620 el año en el que las autoridades locales decidieron fijar un único destino: Vallivana. Poco tiempo después, en 1672, la peste, el hambre y la sequía, consecuencias de las guerras recientes, descargaron sus iras en Morella. Agotados los medios científicos con que combatir el mal, acudieron a pedir intercesión a la Virgen de Vallivana. La terrible enfermedad fue remitiendo hasta desaparecer. Este hecho fue el origen del voto de las fiestas sexenales y el motivo del reconocimiento de la protección de María de Vallivana.

La imagen de María Santísima se encontró, según la tradición, en el barranco de Vallivana en 1233, año siguiente a la conquista de Morella. Un pastor, advirtió el fulgor que emanaba del interior de una cueva. Al entrar encontró una imagen de la Virgen, a cuyo lado ardía una vela y bajo sus pies habían unos pergaminos que no pudieron descifrarse.

Inmediatamente , los morellanos construyeron una pequeña capilla en ese mismo lugar, dónde se veneró a la Virgen más de dos siglos. Pero la creciente devoción por Vallivana hizo necesario en dos ocasiones la construcción de una iglesia más capaz. Finalizada la guerra de Sucesión, en 1714 comenzaron las obras de la actual ermita.

El primer sábado de mayo, los morellanos caminan y rezan hacia Vallivana. Los lugares marcados para el descanso también tienen pequeñas ermitas de su patrona. Hostal Nou, Torreta, Pont de la Bota… Descanso nocturno en la hospedería del santuario, y el domingo subida de nuevo hacia Morella cuya silueta asemeja la estampa de Maria vestida como Vallivana.