El mes de abril y sobre todo mayo, convierten de nuevo, viejos caminos de la comarca dels Ports, en trayectos dónde la devoción de quienes los recorren, se impulsa hacia esos lugares sagrados que guardan imágenes de vírgenes o santos y que un día atendieron los ruegos multitudinarios de las gentes que, con esperanza, a ellos se dirigieron para encontrar gracia o favor. Favores, que en algunos casos remediaron la sed, y en otros, curaron la enfermedad.

La tradición, se ha ido transformando, incluso muchos caminos se han perdido en el trayecto. Otros permanecen, en cambio, casi tal como se realizaron por primera vez hace 700 años. Fue entonces, cuando la ocupación del suelo para ser roturado, trajo consigo el retroceso del bosque y de lluvias. El paisaje agrícola actual, ocupando de forma escalonada las laderas de nuestras montañas, comenzó a configurarse. Fue en ese momento, cuando la expansión marítima acercó materias y noticias de lugares remotos, y también algunas enfermedades que causaron grandes mortandades. Todavía el hombre en la comarca dels Ports continuaba viviendo en armonía con la naturaleza: actuaba sobre ella pero la sentía, la sabía su economía y su religión.
Los efectos de las tormentas, del granizo, de la abundancia de agua o de la escasez de ella, podían hacer peligrar la supervivencia de la comunidad. Hoy, el producto de la tierra se ha convertido en mercancía, la técnica y el comercio son los que marcan el desarrollo de cualquier pueblo. El hombre comienza a depender menos de la naturaleza , y asegura sus cosechas y su ganado y sin embargo , continua recorriendo caminos que llevan hacia puntos estratégicos donde un día se construyeron grandes o pequeñas ermitas; dónde se colocaron cruces o “peirons”, para pagar a veces una deuda contraída, y las más, para seguir pidiendo protección.

Los pueblos dels Ports, tienen en este tiempo, cuando todo vuelve a florecer, docenas de visitas heredadas. Visitas que llegan a las cimas más altas, o descienden a los valles más fértiles. Fiestas que hermanan pueblos, que mezclan la fe con la costumbre, el ritual con el sentir. Celebraciones donde se festeja y se comparte…. religiosidad popular, mucho más arraigada en esta tierra que la liturgia marcada por la iglesia.

Esta primavera los caminos dels Ports se vuelven a llenar de gentes que miran al cielo cuando pisan la tierra…