El concejal delegado de Xiva, Amadeu Bordàs, y el alcalde de Morella, Rhamsés Ripollés, han visitado hoy a la nueva concesionaria de la gestión de la Fonda de Xiva. El encuentro ha servido para conocer cómo ha sido la puesta a punto del bar hasta que se ha podido reabrir y las próximas necesidades. Esta reapertura se produce en los días de Semana Santa, coincidiendo con unos días en los que hay una alta demanda en las casas rurales. De esta forma, el emblemático edificio construido en el siglo XVII y totalmente restaurado, comienza una nueva etapa.
Bordàs destacaba que “el bar es uno de los servicios más importantes que hay en las localidades más pequeñas, por lo que es una gran noticia que ya esté reabierto y que puedan disfrutarlo tanto los vecinos como los visitantes”. Además, señala que “Xiva es una localidad preciosa, rodeada de montañas y que destaca por su tranquilidad y por tener una gran potencialidad en el turismo rural”. En este sentido, indicaba que “sus paisajes le hacen un escenario único para acceder a la localidad a través de las distintas rutas de senderos marcados, desde los que se divisa gran parte de todo el término municipal de Morella”.
La localidad de Xiva está a ocho kilómetros de Morella y en ella viven unas 30 personas. No obstante, los fines de semana su población aumenta, ya que muchas de las casas rurales que allí se encuentran, reciben visitantes. Cabe destacar que esta localidad tiene unas 100 plazas de turismo rural, ubicadas en distintos inmuebles. La Fonda de Xiva cuenta con cuatro apartamentos, La Cova del Groc, El Roser, La Tossa y El Castell, que pueden dar cobijo a unas 20 personas. En la planta baja de este edificio se ubica la taberna, que ahora se ha reabierto.