La Fira de Morella es mirada al futuro sin perder de vista la tradición. Una tradición que se remonta a los primeros años de la Reconquista. El impulso económico que sintió este territorio después de la ocupación de estas tierras por el Rey Jaime I en 1232 fue tan fuerte, que Morella vivió una de las etapas más dulces de su historia.
El comercio y la ganadería eran los pilares económicos, y el Rey autorizó en 1256 la celebración de una Feria anual y un mercado semanal que dieron salida a miles de cabezas de ganado lanar, vacuno y caprino, porcino y equino, junto a manufacturados como el queso o el requesón, lanas, pieles, cueros, cecinas y jamones, completando la oferta la gran cantidad de abonos orgánicos que producían los numerosos corrales. Tan fuerte estuvo el sector que se creyó necesaria la celebración de otra Feria. Jaime II a principios del XIV concedió este privilegio. Si la primera se celebraba en septiembre, esta segunda concesión permitió celebrar otra por San Juan.
Durante mucho tiempo la Feria de Ganados de Morella fue la más importante del Reino; todavía a comienzos del siglo XX se contabilizaban en la Feria más de 34.000 cabezas de ganado y unas 700 caballerías. Pero los tiempos van cambiando, las explotaciones comienzan a abandonarse, los pueblos sufren un fuerte éxodo a favor de las ciudades; la agricultura y la ganadería están en crisis y la Feria poco a poco se apaga. Durante varias décadas, Morella pierde su Feria. A mitad de los ochenta, un grupo de ganaderos y agricultores decide unir esfuerzos para recuperar el certamen ferial y en pocos años consiguen volver a situar la Feria de Morella como referente para el sector ganadero en la Comunidad Valenciana. Los tiempos siguen cambiando, pero en la zona la apuesta es decidida y el sector agropecuario se moderniza, apuesta por la calidad ante la imposibilidad de competir en cantidad, y afronta las dificultades con nuevos proyectos colectivos.
El sector ganadero continúa siendo uno de los pilaraes económicos fundamentales en la zona. La Feria de Morella es la imagen del sector, es el espacio necesario para hacer negocios y estar al día sobre las nuevas tecnologías y productos que ayudan a rentabilizar explotaciones. Además, se ha convertido en un nuevo reclamo turístico que atrae a miles de visitantes este fin de semana hasta Morella.