Morella vive cada seis años una fiestas espectaculares en honor a su patrona, la Virgen de Vallivana. Unas celebraciones que engalanan las calles con tapices de papel que los morellanos elaboran durante un año de intenso trabajo. El último Sexenni, nombre con el que se conocen las fiestas [1], fue en el verano de 2012. Y aunque para el próximo todavía faltan 5 años, la ciudad no deja nunca de respirar ambiente sexenal.
Puedes conocer El Sexenni, su historia y sus particularidades si visitas el Museo ‘De sis en sis’, o ‘De seis en seis’, situado en la Calle San Nicolás, en la antigua Iglesia de este santo. En un lugar único, puesto que este templo fue el primero con el que contó la ciudad de Morella, se alberga un interesante museo. Lo conforman algunos de los tapices más emblemáticos que los vecinos de la ciudad amurallada han ido confeccionando a lo largo de los años. Tapices que llevan consigo horas y horas de un laborioso trabajo con papel de seda, difícil de valorar si se desconoce la técnica. Manos artesanas trabajan las finas tiras de papel de colores hasta conseguir un rizo con el que componer paisajes, rostros e infinidad de motivos pensados para la ocasión.
En el museo también puedes conocer las diferentes danzas que bailan en los días de Sexenni, desde los Torneros, danza de la ciudad; hasta los labradores o los tejedores. Ven a visitar el museo a partir de las 11 de la mañana.
El Sexenni es gente, es ambiente y también es turismo y promoción turística. Durante las fiestas, miles de persones acompañan a Morella en sus días grandes. Aunque fuera ya de fechas sexenales, los morellanos siguen hablando de su ‘Sexenni’, de sus tapices y de su legendaria historia. Un ejemplo de ello ha sido la visita de un grupo de morellanos a uno de los Festivales de Cine más prestigiosos de la Comunidad Valenciana, el de Alfás del Pi [2], en Alicante. Desde la organización del festival, y con motivo de su vigésimo quinto aniversario, pidieron a Morella algunos de los tapices con los que engalanaron una de las calles de la ciudad en las últimas sexenales. Una calle de cine, con películas infantiles y mucho color, se ha trasladado hasta Alfàs del Pi para quedarse. Con los cuadros, también viajó Morella, siendo expuesta a un escaparate compuesto por muchos medios de comunicación y centenares de visitantes.
El trabajo que se hace desde Morella para continuar siendo un gran destino turístico no descansa. Aunque aumente cada seis años, día a día empresarios, asociaciones y ayuntamiento hacen, de esta pequeña ciudad, un gran atractivo para todo tipo de visitantes.