Los paisajes que inspiraron a Picasso son el lugar por don-de penetra en la Terra Alta la línea ferroviaria de Val de Zafán, un proyecto inacabado que pretendía dar salida al mar a los pueblos del bajo Aragón, desde La Puebla de Híjar hasta Sant Carles de la Ràpita, pasando por Alcañiz y Tortosa.

Pese a que el proyecto se empezó a materializar a finales del XIX, no fue hasta 1938 cuando comenzaron a rodar los primeros trenes por la comarca. La inauguración del tramo hasta Tortosa tuvo lugar en 1941 y solo 32 años más tarde el proyecto ya se había ido a pique. Durante 27 años, las infraestructuras permanecieron abandonadas. En 2000, Renfe cedió al Consell Comarcal de la Terra Alta el tramo de 23,6 kilómetros que separan la estación de Arnes-Lledó de la de El Pinell de Brai.

Ahora, toda la antigua línea férrea se ha convertido en una Vía Verde, con 130 km de recorrido aproximado entre La Puebla de Híjar (Teruel) y Tortosa (Tarragona) pasando por Alcañiz. En la Terra Alta, cruza los términos de Arnes, Horta de Sant Joan, Bot, Prat de Comte y El Pinell de Brai.

El itinerario está equipado con bancos, papeleras, zonas de descanso y fuentes de agua. Existe un tramo de 5 km adaptado para discapacitados entre la estación de Bot y el paraje de La Fontcalda. Miles de cicloturistas circulan durante todo el año por este itinerario suave y llano, perforado por multitud de túneles, que transcurre perezoso por parajes de belleza extraordinaria, lejos de los núcleos habitados y de las redes viarias convencionales.

Pedaleando casi sin esfuerzo, se pueden conocer desde dentro algunos de los rincones más sorprendentes de la Terra Alta: los Puertos, las sierras de Pàndols y Ca- valls, el santuario de la Fontcalda, bosques frondosos, pa- redes abruptas de roca caliza y cursos uviales escarpados, que forman pasos estrechos y pequeños embalses aptos para el baño.