El jueves antes de Carnaval -no de su celebración, que en Morella se retrasa una semana-, sino de la fecha oficial, Morella conserva una vieja costumbre. Una tradición que parece que está perdiendo adeptas, a pesar de las modificaciones que ha ido sufriendo con el paso de los años.

Al salir del colegio a las cinco de la tarde, algunas pandillas de chicos con cuerdas eixen dispuestos a cazar chicas. Hoy en día no es como antes, e incluso, chicos y chicas quedan para merendar todos juntos. Hace unos años, en la escuela, todavía dejaban salir a las chicas un poquet antes de que a los chicos. Ahora ya van todos juntos.

. “Retalls de vida”

En el libro “Retalls de vida” (“Retazos de vida”, en castellano) Domi Pastor nos contaba que “el juego consistía a poner una chica dentro del corro de la cuerda y los chicos le pegaban una palmada en la espalda. La chica tenía que agarrar algunos de los chicos, cosa que ellos evitaban en el movimiento de la cuerda. Cuando la chica agarraba un chico quedaba libre, y podía salir del círculo de la cuerda, y aquella miel ya no podía volver a agarrar la chica aquella en toda la tarde”. La pandilla de chicos llamaba por las calles “la miel, la miel”.

Los días previos al “Dijous Llarder”, como también se denomina a este día, las chicas buscaban por las cases ollas viejas, cántaros, topins que ya no servían para poder jugar el día de las cuerdas a pasarlos de una a otra hasta que se rompieron. La gracia, decía Dome, estaba al echarlos más lejos y más alto sin que cayeron.

Este jueves inicio de las celebraciones relacionadas con Carnestoltes, y por lo tanto previas a la Cuaresma, se denomina en otros lugares “jueves graso”, día donde se suelen comer productos carnicos, comidas que estarían prohibidos según la tradición cristiana hasta la posterior Pasqua.

Muchos de estos juegos y tradiciones se han perdido en el tiempo, y las cuerdas continúan pero siendo simplemente un recuerdo del que fueron.