Morella ha recuperado hoy uno de sus hoteles más emblemáticos. Tras más de tres años cerrado, el hotel Cardenal Ram ha vuelto a abrir sus puertas, poniendo en valor un palacio del siglo XVI. El presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, y el alcalde de Morella, Rhamsés Ripollés, han sido los encargados de oficializar esta reapertura.

El primer edil morellano destacaba que “es una buena noticia que un hotel tan emblemático como el Cardenal Ram vuelva a abrir sus puertas y, que lo haga regentado por una familia de la localidad, tal y como hemos exigido durante estos años porque es mayor garantía de buen funcionamiento”. Además, Ripollés indicaba su deseo de colaborar con los adjudicatarios del hotel, ya que “el Ayuntamiento ha de seguir trabajando al lado de todos los empresarios turísticos porque es vital para seguir avanzando, todo y las dificultades, y hacer que Morella siga siendo un referente turístico de interior de la Comunidad Valenciana”. Además, añadía que “Morella siempre está abierta al diálogo y a la suma de esfuerzos entre distintos agentes para potenciar turística y económicamente la localidad y que contribuya a la promoción y a la creación de empleo”. En este sentido, hay que señalar que la Bolsa de Trabajo del Ayuntamiento de Morella ha intermediado en las nuevas contrataciones que se han realizado en el hotel.

Por último, lamenta que “en el Cardenal Ram ha pasado mucho más tiempo del que debía haber pasado” y señala que “al final se han llevado a cabo las actuaciones, tanto de licitación como de algunos aspectos de las obras, tal y como venía defendiendo el Ayuntamiento de Morella desde hace más de tres años”. 

Cabe recordar que el complejo hotelero dependiente de la Diputación de Castellón, cerró sus puertas en octubre de 2009, después de que expirase la prórroga en el contrato del anterior concesionario. El consistorio morellano indicó la importancia de que se licitara la gestión del complejo, meses antes de que expirara, en marzo de 2009, con el objeto de que el hotel permaneciera abierto y se mantuvieran los más de diez puestos de trabajo existentes. En este período, desde el Ayuntamiento se han presentado mociones hasta en cinco ocasiones diferentes instando a que hubiera una continuidad que no hiciera perder actividad económica a la población y cartas del alcalde para favorecer ese seguimiento. También se han presentado informes de accesibilidad, ya que se había esgrimido en algún momento para no abrir el hotel y se han producido diversas reuniones entre técnicos municipales y de la Diputación. Además, durante este período, han tenido lugar acontecimientos de una importancia única para potenciar la economía local, como Semana Santa, l’Anunci o el Sexenni. Citas que han congregado a decenas de miles de visitantes y que ha hecho que muchos de ellos tengan que buscar alojamiento en otras localidades al estar Morella al 100%. Al final, en febrero de 2012, la administración provincial se sumó a esta petición realizada desde el municipio y comenzó unas obras para rehabilitar el complejo. En total, invirtió alrededor de un millón de euros. Hoy el municipio se congratula de que, aunque tarde, la Diputación haya entrado a dar la razón a los planteamientos realizados por el equipo de gobierno, incluso en torno a diversos aspectos puntuales, como era la solicitud de que no se perdieran habitaciones a favor de elementos aparentemente no solicitados por la demanda turística, como la ubicación de una zona de relax y  que, finalmente, acabó desapareciendo del proyecto de reforma.

El siguiente paso fue la adjudicación a la empresa morellana Ripollés-Marín SL., que ha sido la que ha asumido el coste del mobiliario y que han realizado distintas contrataciones para cubrir las demandas que existirán en el inmueble. Así, una vez finalizadas las obras, los empresarios también han realizado un duro trabajo para poder reabrir el hotel para esta Semana Santa.

El hotel Cardenal Ram es uno de los más emblemáticos de la ciudad. Está ubicado en el Palacio que construyó la familia Suñer en el siglo XVI y en los años 60 del siglo pasado se le conocía como el “Parador”, por sus características tan similares a este tipo de complejos hoteleros.